domingo, 12 de febrero de 2012

PENDIENTES DE LA REFORMA DEL ESTADO

PENDIENTES DE LA REFORMA DEL ESTADO (*)
Ignacio Pinacho
09/02/2012

Acertadamente Luis F Aguilar Villanueva señala que el concepto de Reforma del Estado es muy extenso, ya que incluye gran cantidad de temas que pertenecen a los ámbitos de política económica, política social, administración pública, política electoral, a la naturaleza del Estado. El concepto no es limitado al ámbito político como suele ser entendido por algunos actores políticos.

Por otra parte, es pertinente señalar que la reforma del Estado es y ha sido un proceso gradual pero continuo que se ha venido desarrollando de manera destacada en las tres últimas décadas, a través de significativas reformas que han dado vida a un nuevo régimen económico, social, político, judicial e institucional. No es como erróneamente algunos sectores de la clase política la conciben, que la gran reforma del estado aún está por venir, sin señalar específicamente que entienden por ello. No hay sustancia solo reiteraciones de lugares comunes.

Muchos cambios que el Estado Mexicano ha tenido en los últimos tiempos han sido sustantivos. El más significado, sin duda, el nuevo régimen electoral con instituciones propias, que permitió dejar atrás un régimen político autoritario y estableció el pluralismo partidista y desencadenó un nuevo equilibrio entre los poderes de la unión; en suma, un nuevo régimen esencialmente democrático. En otros ámbitos los cambios también han sido significativos, por ejemplo, la transformación de la Suprema Corte de Justicia en un Tribunal Constitucional, la autonomía del Banco de México, la creación de la CNDH, de la Auditoria Superior de la Federación, del Instituto de Acceso a la Información Pública Gubernamental, la creación de instituciones y legislaciones contra la discriminación y en pro de la tolerancia, el empoderamiento de las mujeres y la equidad de género, los derechos sociales, ambientales y de los pueblos indígenas.

Estos logros han ido prefigurando una nueva relación entre el estado y la sociedad, y el desarrollo -aunque incipiente- de una nueva cultura política, de carácter democrática. También es preciso decirlo, muchos cambios e instituciones requieren de un nuevo relanzamiento y abordar varias asignaturas pendientes como las relaciones laborales, sindicales, las del sector de telecomunicaciones, energético, hacendaria; las del ámbito de la seguridad pública, la procuración de justicia y otras de tipo electoral.

Desde nuestro punto de vista son dos las asignaturas que deben ser una prioridad para robustecer al Estado como un ente eficaz y provisto de los instrumentos necesarios para enfrentar los retos que más apremian a la política y a la sociedad. Me refiero a la reforma del régimen político y al diseño de una política fiscal de estado.

Sin duda, nuestro régimen político necesita una gran reforma que se traduzca en una mayor corresponsabilidad, porque el actual régimen presidencial ni es el todo poderoso que muchos alegan como tampoco el Congreso de la Unión es lo débil que pareciera, tanto así que el primero suele ser bloqueado en muchas de sus iniciativas de ley por el segundo y éste reforma leyes -como la electoral- a imagen y semejanza de los partidos políticos o la tipificación de variados derechos sociales o llamados de tercera o cuarta generación, pero sin proveer al Estado y al Ejecutivo Federal de las herramientas y recursos suficientes para hacerlos realidad.

Por ende, se requiere de una nueva relación entre el congreso y el ejecutivo federal que redunde en una mayor y mejor cooperación, a través de coaliciones gobernantes -permanentes y estables- que abarque a ambos poderes. Algunas de las figuras político-jurídicas que pueden y deben coadyuvar a ello son la creación de un jefe de gabinete o de gobierno, nombrado por la coalición gobernante; la ratificación de ciertos secretarios de estado, la segunda vuelta electoral en la elección presidencial, la iniciativa preferente y, desde luego, la profesionalización y rendición de cuentas de los legisladores, vía reelección legislativa y la acotación del fuero constitucional.

En lo que respecta a la política fiscal de estado, ésta se vuelve apremiante en la medida que los retos que enfrenta el Estado Mexicano en relación a los marcados índices de pobreza y desigualdad social son cada vez más lacerantes, que, si no son abordados como asuntos prioritarios nuestro sistema democrático se volverá frágil e inoperante, la gobernabilidad se verá amenazada. Estudios de cultura política nos indican claramente las tendencias de la población de preferir regímenes no democráticos mientras le sean atendidos y resueltos sus problemas. Esta situación se tiene que prever y hacer del Estado un ente socialmente responsable

Si de estado fallido tendríamos que hablar -aunque su caracterización nos pueda parecer exagerada- nos tendríamos que referir precisamente a los problemas de la seguridad pública y nacional, sino más bien y sobre todo en el ámbito social; al no contar con las políticas públicas acertadas o lo suficientemente eficaces para disminuir sustancialmente la pobreza y los grados de desigualdad social. Pero esto no va ser posible lograrlo mientras contemos con un Estado fiscalmente pobre y que un 40 por ciento de su presupuesto anual se constituye de los recursos petroleros; además, de que año con año la deuda pública sigue siendo un instrumento que se utiliza por parte del Congreso de la Unión para paliar la insuficiencia presupuestal. Tenemos que voltear los ojos hacia otras latitudes, vgr. Europa, donde ciertos países están atrapados entre sus altos endeudamientos y sus responsabilidades de cumplir con sus extensos sistemas de seguridad social y de pensiones.

Preocupa de sobre manera, que en estos tiempos electorales todos los candidatos a puestos de elección popular, incluyendo los candidatos a la presidencia de la república, de forma irresponsable ofertan una infinidad de bienes y servicios a los electores sin especificar ni comprometerse con las fuentes de financiamiento para hacerlos realidad. Y ya instalados en el poder nadie se quiere hacer responsable de la aprobación y aplicación de una política fiscal de gran calado, que redunde en un Estado fiscalmente fuerte y eficaz para atender las prioridades nacionales.

Si la actual legislatura no abona en este sentido, tendrá que ser la próxima legislatura con la nueva Presidencia de la República, las que adopten y pacten las reformas correspondientes para concretar estas dos asignaturas pendientes y urgentes de la reforma del estado: la del régimen político y la del régimen fiscal.


miércoles, 8 de febrero de 2012

¿REFRENDARÁ JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA LAS PROEZAS DE SUS ANTECESORES?

Ignacio Pinacho
8 de febrero de 2012


La sustitución del llamado partido de estado en el año 2000, sin duda, fue una gran proeza; aunque a decir verdad la victoria fue más de carácter ciudadana que partidaria, cuyo objetivo se centró en ver consumada la alternancia política en el ejecutivo federal. La contienda en el año 2006 también se convirtió en una proeza, en la medida que la desventaja que hace seis años tenía Felipe Calderón con respecto a López Obrador finalmente fue superada y convertida en una cerrada victoria electoral.

En esta ocasión Josefina Vázquez Mota tendrá que remontar nuevas y más complicadas adversidades. En el año 2000 el candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa, conservaba una ventaja en las encuestas de 12 puntos arriba de Vicente Fox; y en el año 2006 López Obrador conservaba una ventaja de 8 puntos sobre Felipe Calderón. En este momento, según Consulta Mitofsky, el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, mantiene una ventaja de 18 puntos en relación a Josefina Vázquez Mota.

Es importante señalar que con la reforma electoral del año 2007 las reglas del juego en relación a los medios de comunicación cambiaron sustancialmente. Hoy, la publicidad en los medios electrónicos de comunicación masiva ya no puede ser contratada por los partidos o candidatos y los contenidos de la misma tienen que sujetarse a ciertas reglas. Estos elementos que fueron una ventaja para el entonces candidato Felipe Calderón ya no están presentes.

Otro factor importante tiene que ver con la reducción de la campaña electoral a 90 días, tiempo en los cuales los candidatos ya tienen asignados en una proporción semejante los tiempos y pautas de propaganda en la radio y la televisión. Más allá de la creatividad que los estrategas de cada candidato definan sobre los contenidos de los mismos (propuestas e imagen del candidato), prácticamente para todos la explotación mediática será igual para los tres principales candidatos.

En otras palabras, no será la guerra de los spot lo que le permitirá al segundo lugar remontar la desventaja en relación al candidato que actualmente encabeza las encuestas. Tendrán que ser otros los factores determinantes para eventualmente empatar y rebasar a Enrique Peña Nieto: las propuestas y “promesas” de campaña, las alianzas políticas, las acciones de gobierno, la utilización de las redes sociales, los dos debates que por mandato de ley se tienen que realizar y, en menor medida, las giras, recorridos y la operación electoral el día de la jornada comicial. Los eventuales errores de los otros contendientes seguramente también jugaran su rol en las preferencias.

Por otra parte, estarán presentes otros factores de carácter estructural que no estuvieron presentes hace seis años y que crearon mejores condiciones para la campaña del candidato Felipe Calderón: la posibilidad de una recesión económica y el clima de inseguridad y violencia generada por la delincuencia organizada. Sortear y enfrentar con éxito estos dos problemas también pueden convertirse en una buena ventaja para la abanderada panista.

Pero de todos, el factor que tendrá que jugar un papel preponderante y decisivo, es, sin duda, el de las alianzas políticas. En el año 2000 el Candidato Vicente Fox tejió dos tipos de alianzas, una de carácter partidario con el PVEM y la otra de carácter ciudadano, por medio de actores políticos, sociales y con organismos de  la sociedad civil de tendencias de centro-izquierda, con la firma de diez compromisos básicos para instalar un gobierno de transición y concordia nacional, y la promoción del llamado voto útil, con el propósito de alcanzar la anhelada alternancia política en el poder ejecutivo federal. Más allá de la capacidad del candidato por encarnar la voluntad ciudadana del cambio, que reclamaban amplios sectores del país, la estrategia de las alianzas jugó el papel decisivo para “echar al PRI de los Pinos”.

En el año 2006, nuevamente las alianzas políticas jugaron un factor decisivo y determinante. Por una parte, fue evidente la alianza de facto con algunos actores del PRI a través del liderazgo de Elba Esther Gordillo y el Partido Nueva Alianza, pero también, aunque en menor medida, con determinados sectores de la población simpatizantes de la izquierda política y social. Esta última situación fue una decisión más de carácter espontanea que de forma organizada.

A diferencia de las dos anteriores elecciones presidenciales, en esta ocasión, la definición de la propuesta de gobierno puede ser otro factor estratégico para desencadenar una serie de alianzas políticas y ciudadanas. Tómese en cuenta que en esta ocasión no está presente el factor de cambio que jugó un papel relevante en el 2000, ni tampoco está presente el factor que significaba la instalación de un gobierno  populista estilo Hugo Chávez, que encarnó y polarizó la candidatura de López Obrador hace seis años..

Por el contrario, hoy está presente la posibilidad de un serio voto de castigo hacia un gobierno blanquiazul de doce años que está definido esencialmente como un gobierno ineficaz, con una economía de mediocre crecimiento y un alto índice de desempleo; cruzado, además, por la violencia y la inseguridad.

Otro ingrediente nos lo proporciona la encuesta Mitofsky del mes de enero del presente año, al preguntársele a los encuestados cual sería su segunda opción de voto los resultados son los siguientes: la segunda opción de los simpatizantes de Peña Nieto es López Obrador en proporción de dos a uno sobre Josefina Vázquez Mota; y la segunda opción de los simpatizantes de López Obrador es Enrique Peña Nieto sobre Vázquez Mota. Y respecto a la conservación de votos en relación a la pasada elección presidencial nos encontramos que Peña Nieto conserva el 83% de los votantes priistas, López Obrador conservaría el 74% de votantes perredistas y Josefina Vázquez Mota conservaría solo el 58% de ciudadanos que votaron por el PAN.

Suponemos que el equipo de JVM tiene los datos duros y la información más precisa para entender que las desventajas son mayores y los retos superiores, en comparación a las dos anteriores contiendas presidenciales.

Para esta contienda, la propuesta de gobierno y las alianzas pueden ser los factores decisivos que marquen un punto de quiebre durante la campaña; las alianzas tendrán que ser más mucho más agresivas, intensas y extensivas; con un grado de operación política lo suficientemente inteligente que ponga en concurso una infinidad de actores y movimientos cívicos de corte liberal de izquierda y progresistas del mundo empresarial, agrario, del sector universitario, intelectual y  de la cultura.

Para que la candidatura de Josefina Vázquez Mota logre ser lo suficientemente competitiva frente a EPN, es indispensable que antes del arranque oficial de las campañas electorales esté muy bien posicionada en el segundo lugar y no tan distante del primero, sin posibilidades que el tercer lugar, López Obrador, la alcance.

Para esas fechas la polarización entre Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto tendrá que estar más que definida, la diferencia ya debió reducirse sustancialmente. Aunque las tendencias electorales suelen no conservarse siempre iguales, todo indica que sí es posible que revierta las simpatías que hoy son favorables a EPN, en razón que en el mes de septiembre del 2011 Peña Nieto aventajaba a Josefina por 30 puntos, pero para diciembre esa ventaja se redujo a 21 puntos y según las últimas encuestas esa ventaja ya se redujo a 18 puntos. En medio año se logró una reducción de 12 puntos.

Con la victoria de JVM sobre sus contendientes internos, Creel y Cordero, y la burbuja meditativa y de atención que se generó alrededor de ello, seguramente se dará el fenómeno que en la Unión Americana  se le conoce como el Convention bounce, o sea, un crecimiento en las preferencias electorales por el solo hecho de ser designada oficialmente como la candidata de sus partido. Seguramente las próximas encuestas reflejaran esta nueva fotografía electoral.

Si su candidatura logra mantenerse como una novedad, que está dispuesta a romper tabús y es agresiva en su oferta electoral, seguramente muchos electores empezaran a voltear los ojos hacia ella y la verán como la candidata que realmente puede ganarle a EPN. Luego entonces, el llamado voto útil puede ser el factor decisivo en la contienda electoral. Ya veremos si así lo entiende el Partido Acción Nacional y su candidata a la presidencia de la república.






lunes, 6 de febrero de 2012

LECCIONES DE LAS ELECCIONES DEL 4 DE JULIO Y PERSPECTIVAS


LECCIONES DE LAS ELECCIONES
DEL 4 DE JULIO Y PERSPECTIVAS
Ignacio Pinacho
3 de agosto de 2010


1.- Las elecciones en 14 estados de la república del pasado 4 de julio, arrojaron un nuevo mapa electoral y de fuerzas políticas en el país, donde el PRI sigue siendo la primera fuerza política del país, y el  partido gobernante (PAN) sigue sin recuperar su presencia electoral que lo llevó al poder en el año 2000 y en el 2006. Por su parte la oposición de izquierda, representada por el PRD-PT-Convergencia, tampoco ha logrado recuperar la fuerza política-electoral que casi lo lleva a la presidencia de la república en el año 2006.

2.- No obstante, los resultados de la jornada dominical arrojan interesantes lecturas que nos llevan a la conclusión de que nada está decidido aún para el 2012. Si bien el PRI logró refrendar su primacía en la mayoría de los estados de la república en disputa, también es cierto que perdió importantes bastiones estratégicos para su causa: Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Además, la votación en otros estados de la república fue muy cerrada como en Veracruz, Durango, Tlaxcala, Aguascalientes e Hidalgo, donde el PRI tenía previsto arrasar con mayores porcentajes de votación.

3.- Es de suma importancia señalar el papel de las coaliciones partidistas como instrumentos naturales de competencia electoral. Si analizamos los datos duros, bien podemos señalar con certeza que de las doce disputas por los gobiernos estatales en ocho las coaliciones partidarias fueron decisivas para el triunfo electoral: Oaxaca, Puebla, Veracruz, Aguascalientes, Tlaxcala, Hidalgo y Sinaloa. El reto de las coaliciones electorales, ahora, es el de tener la capacidad y madurez para convertirse en coaliciones gobernantes. Pero también cabe destacar que los partidos o coaliciones que no son capaces de sortear con éxito sus procesos internos de selección, terminan por ser derrotados.

4.- Por otra parte, destaca la importante participación ciudadana en las urnas que, con excepción de Tamaulipas, Chihuahua, Quintana Roo y en menor medida Tlaxcala, aumentó en proporción a la elección anterior para gobernador. Sin duda, la mejor votación se presentó en aquellos estados donde el descontento social y las fracturas políticas fueron consustanciales a las elecciones como en Oaxaca, Sinaloa, Puebla, Aguascalientes y Zacatecas. Pero la alternancia política no sólo fue en estos estados, también sucedió en los estados de Tlaxcala y en Baja California Norte, aunque en éste último la elección se circunscribió a las presidencias municipales y al congreso local.

5.- Un dato a resaltar es que la mayoría de los gobernadores electos alcanzaron, al mismo tiempo, una mayoría en los congresos locales; pero en otros, el establecimiento de “gobiernos divididos” sigue siendo una característica. Lo más importante es que los acuerdos y pactos políticos entre todas las fuerzas políticas serán y seguirá siendo una necesidad, para lograr mejores índices de gobernabilidad política en sus respectivas entidades. La vieja cultura de la aplanadora es cada vez más marginal. Aunque en el estado de Baja California Norte es de llamar la atención, donde el PRI sí fue prácticamente una aplanadora electoral, ganando sus 5 municipios y 13 de los 16 distritos electorales.

6- También es importante destacar que, en general, en los procesos electorales que se han llevado a cabo de 2009 a la fecha, en todos ha estado presente el reclamo ciudadano del cambio.   De las 18 gubernaturas que se han disputado en este periodo, en nueve se ha dado la alternancia política, y en 24 capitales que hubo contiendas en 11 sucedió lo mismo. La derrota o la victoria han sido para todos los partidos o coaliciones. Nadie ha tenido asegurada la victoria de antemano. Los gobiernos en turno están siendo cada vez más juzgados por los ciudadanos.

7.- Un dato interesante de las elecciones del 4 de julio fue el papel de las encuestadoras y los sondeos de opinión, así como el papel de las comprometidas revelaciones grabadas que fueron dadas a conocer días antes de las elecciones en estados como Veracruz, Oaxaca y Puebla.  Respecto a lo primero, en varios casos las encuestadoras estuvieron lejos del resultado final, aunque las tendencias fueron las mismas. Esto puede explicarse porque, a diferencia de otros procesos electorales, en esta ocasión un gran porcentaje de la ciudadanía no dio a conocer sus preferencias antes de la jornada comicial; pero también se explica por el aspecto segundo mencionado: las grabaciones que se revelaron antes de la elección. Que bien pudo ser un factor determinante para dar el punto de quiebre y definitivo hacia uno u otro candidato.

8.- Otro factor que, sin duda, jugó un papel preponderante en estas elecciones fue el problema de la violencia. En los Estados con altos índices de violencia como Chihuahua, Durango, Sinaloa y Tamaulipas el comportamiento de los electores fueron hasta cierto punto diferente. Citamos el interesante estudio de Parametría al respecto. “Mientras en Chihuahua y Tamaulipas descendió la participación ciudadana (12 puntos en ambas entidades); en Durango y Sinaloa aumentó tres puntos. La primera observación es que la percepción (sobre la realidad) acerca del clima violento es un factor que sí incide en la participación. En Tamaulipas, por ejemplo, la participación alcanzó un mínimo histórico de 40 puntos; la menos afluencia desde hace 24 años y después del asesinato del candidato del PRI a gobernador de la entidad. La baja participación concuerda también con un incremento anual de 700% en los ejecutados en la entidad. Aún cuando la cifra de muertos no se compara con la de otros estados, el aumento y el magnicidio sí afectaron el ánimo ciudadano. Para el caso de Chihuahua, la entidad más violenta en el país y donde prevalece un clima particularmente peligroso en Ciudad Juárez, la participación de los ciudadanos en las urnas fue la más baja de los últimos 30 años. Sin embargo, en los casos de Durango y Sinaloa, que son las dos entidades que siguen a Chihuahua en términos de violencia, la participación aumentó. Incluso, en el caso sinaloense hubo afluencia histórica para las elecciones de gobernador.

9.- Las elecciones también revelaron que la inequidad entre los contendientes, que el uso de los recursos públicos con fines electorales, que los medios de comunicación, así como los poderes facciosos del crimen organizado en algunas regiones del país, siguen estando presente en las contiendas y disputas por el poder público. Las pasadas reformas electorales no alcanzaron a ser suficientes para contrarrestar y nulificar estos elementos que siguen siendo factor de decisión.

10.- En suma, los resultados en sí dan una lectura distinta de la que se percibía antes del 4 de julio. Ni el PRI se mostró como fuerza invencible ni el PAN como una fuerza política en constante declive, y las coaliciones opositoras sí funcionaron, muy a pesar de los malos presagios que algunos depositaron en ellas. El jefe del partido gobernante, Felipe Calderón, salió triunfante en la medida que él fue el principal promotor de las alianzas llamadas contranatura. Para la corriente moderada al interior del PRD fue una gran bocanada de oxigeno, porque con el triunfo de las coaliciones no se percibió la sistemática disminución de votación que el PRD viene obteniendo desde 2006; la derrota estrepitosa en Zacatecas es una muestra. El PT sigue cosechando puntos, gracias a su incondicionalidad con AMLO. Convergencia sigue oscilando entre el Obradorismo y sus intenciones de ser alternativa, sin alcanzar aún un posicionamiento territorial de partido institucionalizado y socialdemócrata. El PVEM y el PANAL se pliegan siempre a los grupos de intereses tradicionales y monopólicos de este país.

PERSPECTIVAS

11.- Las próximas elecciones a celebrarse el próximo año en los estados de Guerrero, Baja California Sur, Coahuila, Hidalgo, Michoacán, México y Nayarit seguirán marcadas, seguramente, por las mismas características del pasado proceso electoral: inequidad, utilización de recursos públicos, guerra sucia y violencia provocada por la delincuencia organizada. Las fuerzas políticas y las instituciones electorales están obligadas a pactar acuerdos políticos, con vinculación legal, para revertir tendencias regresivas que minan la participación ciudadana y a nuestras instituciones democráticas.

12.- Los riesgos de violencia generados alrededor y por la delincuencia organizada, que en el pasado proceso electoral provocó la muerte de candidatos, entre ellos el candidato a gobernador del PRI por Tamaulipas, será latente; en virtud que en estados como Guerrero y Michoacán, donde siguen presentes grupos delictivos que se disputan territorios pero que también se han logrado inmiscuir en la política, puede ser un factor determinante que influya en la percepción de las preferencias lectorales, y también en el grado de participación ciudadana.

13.- En particular en el Estado de México puede darse la madre de todas las batallas, que puede ser el punto de quiebre o inflexión del bloque de fuerzas políticas que se irán constituyendo rumbo a la elección presidencial de 2012. Esta batalla electoral será estratégica, y por lo mismo, las fuerzas más conservadoras y retrogradas del PRI intentan prorrogar la elección estatal, con el fin de reguardar la imagen de uno de sus precandidatos a la presidencia de la república.

14.- Prácticamente todos los procesos electorales nos han demostrado que los partidos políticos por su propia fuerza se ven en serias dificultades para ganar o sostenerse en el gobierno. Así como también se ha demostrado, que las coaliciones es un legítimo recurso  de todos los partidos para conquistar el poder público o conservarlo. Para los ciudadanos también ya cuenta más la reputación y el reconocimiento público de los candidatos. Y los partidos tendrán que aprender a elegir a sus mejores candidatos, con los suficientes acuerdos y consensos a su interior. Esta situación está contribuyendo, paulatinamente, para que emerjan nuevos liderazgos en la clase política de los partidos y en el país en general.

15.- No obstante los avances alcanzados en el proceso de democratización del país y que han contribuido a ello, sin duda, los recientes procesos electorales, es pertinente el impulso de una nueva generación de reformas electorales que cubran los vacios legales que siguen provocando elecciones inequitativas con usos facciosos de recursos públicos y guerras sucias que denigran los valores democráticos; así como el impulso de proyectos de ley, a través de sendos acuerdos entre todas las fuerzas políticas, para el establecimiento de un nuevo régimen político que implique mayores dosis de gobernabilidad, de colaboración y cogobiernos; e ir dejando atrás la vieja cultura de que un nuevo presidente será la solución de los problemas nacionales.


LOS PARTIDOS POLÍTICOS, A LA ZAGA DE LAS NECESIDADES POLÍTICAS Y SOCIALES DEL PAÍS


LOS PARTIDOS POLÍTICOS,
A LA ZAGA DE LAS NECESIDADES POLITICAS Y SOCIALES DEL PAÍS
-Sobre el Régimen y la vida interna de los partidos políticos-
Ignacio Pinacho
 22 de marzo de 2010

El proceso de transición a la democracia en nuestro país, tuvo como resultado principal un nuevo régimen electoral que rompió, paso a paso, al viejo sistema autoritario para dar vida a uno nuevo, dónde el sufragio terminó por consolidarse como el principal instrumento para que la ciudadanía ejerza “en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.”

Al mismo tiempo, se fueron creando nuevas instituciones y reformando otras, con el propósito de que el cambio fuese irreversible y, finalmente, nuestro país pasa a ser parte del mundo democrático y defensor de los derechos humanos universales.

Sin embargo, no obstante los grandes logros alcanzados, seguimos arrastrando una serie de prácticas del pasado que impiden que la democratización sea más integral y que abrace al conjunto de la sociedad y al de las instituciones. Existen espacios de participación donde la democracia y sus valores suelen encontrar serias resistencias, como sucede en los sindicatos, en otras organizaciones gremiales y en los propios partidos políticos. 

Una de las grandes paradojas de nuestro proceso democrático es que así como fundó nuevas reglas y prácticas, resultó que aquellas instituciones  como los partidos políticos, que fueron conductores y beneficiarios de la transición democrática, no han sido, al mismo tiempo, capaces de transformarse a sí mismos y, en más de las veces, suelen ser un dique  para otras transformaciones que reclama el país y la sociedad.
  
Los partidos en la Constitución Política

Hasta 1977, la figura de los partidos políticos no estaba presente en nuestra Constitución Política, no obstante que la misma definía y define a nuestro país como una república democrática, federal y representativa. Las disposiciones sobre los partidos siempre estuvieron incluidas en la ley electoral desde 1911. Nuestro país fue de los últimos en incluir la figura de partidos en nuestra Carta Magna.

El artículo 41 define así a los partidos: “son entidades de interés público; la ley determinará las normas y requisitos para su registro legal y las formas específicas de su intervención en el proceso electoral. Los partidos políticos nacionales tendrán derecho a participar en las elecciones estatales, municipales y del Distrito Federal.

Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo. Sólo los ciudadanos podrán formar partidos políticos y afiliarse libre e individualmente a ellos; por tanto, quedan prohibidas la intervención de organizaciones gremiales o con objeto social diferente en la creación de partidos y cualquier forma de afiliación corporativa.”

En la última redacción constitucional, derivada de la reforma de 2007-2008 incluye, además de la prohibición de que las organizaciones gremiales intervengan en la creación de partidos, nuevas formulaciones de financiamiento público que se otorga a los partidos, así como límites a las erogaciones en los procesos internos de selección de candidatos y las campañas electorales de los partidos; una nueva política de acceso a los medios de comunicación; procedimientos para la liquidación de las obligaciones de los partidos que pierdan su registro; también se establecen los plazos para la realización de los procesos partidistas de selección y postulación de candidatos a cargos de elección popular; así como las reglas para las precampañas y las campañas electorales.

Estas nuevas disposiciones, sin duda, son avances sustanciales; empero, los partidos, nuevamente, dejaron intacta las disposiciones en materia de su régimen interno. Son capaces de reformar hacia fuera sin reformarse hacia dentro. Y en algunos aspectos varias de las reformas van en sentido contrario a la necesidad de establecer un sistema de partidos pluralista, transparente y democrático, como ha sucedido con las últimas reformas a la ley secundaria en materia de partidos.

Los partidos en la Ley Electoral

Al darse la constitucionalización de los partidos políticos en 1977, la ley electoral no abordó la necesidad, al mismo tiempo, de legislar su vida interna. En las subsecuentes reformas electorales, la de 1986, 1990, 1993 y 1994, los partidos siguieron reformando hacia fuera y no hacia dentro. Esto puede explicarse y entenderse, en parte, porque la preocupación principal estaba orientada a desmontar el viejo régimen político autoritario.

Empero, con la reforma electoral, votada en el Congreso en agosto de 1990, se hicieron ciertos ajustes al naciente sistema plural de partidos en lo respecta al financiamiento público, en los topes de gastos de campaña, así como modificaciones para el registro de nuevos partidos.

En la reforma electoral de 1996, se aprecian ciertos avances, aunque insuficientes, para crear un sistema multipartidista de partidos. La nueva ley electoral (COFIPE), define que la afiliación a los partidos políticos debe ser libre e individual, buscando desterrar las prácticas de afiliación colectiva y obligatoria. También desaparece el llamado registro condicionado de los partidos políticos, que buscaba cerrarle el paso a nuevos registros que se había abierto con la reforma de 1977 y que se había clausurado con la reforma de 1987. El requisito principal para la creación de nuevos partidos incentivaba el pluralismo, al establecer únicamente la afiliación de 65 mil ciudadanos, que equivalía al 0.13% del padrón electoral.

En esta reforma de 1996 también se determinó la práctica de auditorías a los ingresos y egresos de los partidos, así como la obligación de los partidos de informar a la autoridad electoral la modificación de sus documentos básicos. No obstante se incrementó el porcentaje requerido, de 1.5% a 2.0%, para la conservación del registro como partido político

En contracorriente de estos cambios significativos, la reforma de junio de 2005 y la de 2007-2008 estuvo predominada por tendencias conservadoras en lo que se refiere a la consolidación de sistema multipartidista y democrático. Se impusieron mayores trabas para el registro de partidos y que éstos únicamente pueden darse cada seis años. Una decisión eminentemente regresiva. Y si a esto le agregamos la posibilidad de que se incrementen los requisitos para la obtención de registro y la reducción de los diputados plurinominales, la situación podría complicarse aún más.

Conclusiones

1.- Si observamos retrospectivamente la evolución de las disposiciones legales en materia de partidos políticos, no hay duda que hemos arribado a una nueva configuración totalmente distinta a las del pasado régimen autoritario. Etapa donde predominaba un solo partido y donde las oposiciones partidistas eran relegadas, reprimidas o cooptadas. Era un régimen de partido dominante que era modulado y reformado desde el poder, donde las reglas no permitían la competencia ni la emergencia del pluralismo partidista. Un régimen que controlaba y acotaba la posibilidad de la alternancia política, y que los partidos minoritarios pudiesen convertirse en una opción de gobierno.

2.- El proceso de transición a la democracia dio como resultado un régimen de partidos plural y competitivo, donde todos los partidos se convirtieron en serios catalizadores del cambio e impulsores de la participación ciudadana. El régimen de partido único y dominante dio paso, paulatinamente, a un régimen donde los partidos empezaron a competir en mejores condiciones de igualdad, donde las minorías opositoras empezaban a convertirse en potenciales fuerzas mayoritarias y de gobierno. Condición sin la cual un régimen no podría ser democrático.

3.- Sin embargo, a pesar de los avances alcanzados en diferentes campos de la sociedad y el estado, los partidos políticos siguen estando a la zaga de las necesidades del país y de la sociedad. La imagen que ésta tiene de ellos los coloca con un alto porcentaje de descredito. Son, junto con la policía, de las instituciones menos confiables para la ciudadanía. La sociedad asocia a los partidos con corrupción, demagogia y desconfianza.

4.- No obstante, los partidos son y siguen siendo una institución insustituible en todo sistema democrático. Un régimen político sin partidos es un régimen autoritario. Pero un régimen de partidos desacreditados y desconfiables para ciudadanía, también es muy dañino para nuestra democracia. Se requiere atender esta parte que casi ha estado olvidada en las reformas constitucionales que se han impulsado en las últimas décadas.

5.- Al mismo tiempo, se necesita detener las tendencias retrogradas y conservadoras que se resisten a ampliar y consolidar un régimen pluralista de partidos. La libertad de organización partidaria no debe restringirse en lo absoluto. Es urgente avanzar en una reforma de fondo al actual sistema de partidos.

6.- Un reforma que incentive el pluralismo político que hoy se expresa con mayor madurez en la diversidad social y cultural de la sociedad. Una reforma que canalice esa diversidad social hacia los conductos institucionales y legales, para fortalecer y ampliar las intermediaciones entre la sociedad y el estado. Una reforma que amplié y consolide la representación e interlocución política. Nadie tiene el derecho de abrogarse el derecho de representación e interlocución absoluta de la sociedad.

7.- Así como avanzamos a la configuración de un régimen pluralista moderado de partidos, que dejó a tras al régimen autoritario de partido dominante, hoy es menester avanzar hacia la constitución de un régimen de partidos más incluyente y representativo. Un nuevo régimen de partidos democráticos, transparentes, que respete los derechos de los militantes, que a su interior rija un verdadero sistema democrático y de rendición de cuentas. Un nuevo régimen interno que busque recobrar la credibilidad perdida.

8.- En suma, se requiere contar una legislación específica en materia de partidos políticos, que retome los avances conquistados que están tipificados en el libro segundo del COFIPE, que retome todas las jurisprudencias determinadas por el Tribunal Electoral y que asuma el reclamo ciudadano y de los militantes para contar con verdaderas instituciones de interés público. En otras palabras, la creación de una Ley de Partidos Políticos se convierte cada vez más en un apremio para consolidar nuestra democracia y sus instituciones.








EL MUNDO Y EL PAÍS. Situación actual y perspectivas


EL MUNDO Y EL PAÍS
Situación actual y perspectivas
 Ignacio Pinacho
11 de enero de 2010
                                                              
LA ECONOMÍA

1.- La actual crisis económica y financiara que padecemos tuvo sus orígenes en los EE.UU. debido a que su mercado inmobiliario quedó paralizado, por el congelamiento de los créditos y el derrumbe de los mercados de valores, teniendo un efecto en cascada en los mercados financieros mundiales. La insolvencia crediticia no pudo ser superaba con medidas de emergencia por parte de los gobiernos de los países desarrollados, ni la intervención con altos volúmenes de dinero por parte de los bancos centrales fue suficiente. La endeblez del mercado financiero internacional fue puesta en evidencia. 

2.- Esta crisis está considerada la más grave desde la Gran Depresión de 1929 y se extendió de forma rápida e inexorablemente al resto de los países en desarrollo, siendo los más vulnerables los países más pobres del orbe. Esta crisis se dio justo después de la crisis alimentaria y de los combustibles que se originó por los altos precios en sus productos.[1] Esta situación ha puesto en grave peligro las metas que se habían logrado en materia de crecimiento económico, con el propósito de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.[2]

3.- Con la paralización de los mercados financieros mundiales, en particular en el año 2008, los países subdesarrollados vieron sentir sus efectos en sus economías al depender en mucho de los flujos del capital privado, con una disminución de más de US$700.000 millones respecto del volumen máximo, que se alcanzó en 2007. De acuerdo a las proyecciones el Producto Interno Bruto Mundial disminuirá drásticamente, por primera vez desde la segunda guerra mundial y el comercio mundial registrará la tasa más baja desde el periodo de la posguerra. Casi 50 millones de empleos se perdieron en todo el mundo en 2009.

4.- Las repercusiones de la crisis ha tenido sus efectos más negativos en los países subdesarrollados, que se reflejan en una reducción acentuada en el crecimiento proyectado del PIB a tasas que no se presentaban desde la década de los noventa del pasado siglo. Las proyecciones nos indican que el PIB, en estas economías, caerá al 1,6% en 2009, en comparación con un promedio del 8,1% en el período de 2006-07. Los países más afectados por la crisis son los de Europa oriental y Asia central que han enfrentado esta crisis con una situación macroeconómica más frágil, proyectando- se que un serio decrecimiento de sus economías durante 2009. El ingreso real per cápita en el año tendrá una seria disminución en una buena parte de países del orbe.

5.- De acuerdo a estudios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2009 posiblemente unos 30 millones más de personas estarán desempleadas, de las cuales 23 millones podrían ser habitantes de países en desarrollo. Las previsiones más pesimistas indican que hasta 50 millones más de personas podrían quedar desempleadas en 2009. Las estimaciones del impacto de la desaceleración del crecimiento en la pobreza fluctúan entre 55 millones y 90 millones más de personas en situación de extrema pobreza en 2009 que las previsiones antes de la crisis. En general, si se mantienen las actuales proyecciones de crecimiento, en 2009 el número de personas extremadamente pobres podría aumentar en más de la mitad de los países en desarrollo, y probablemente esta proporción sea aún mayor en los países de ingreso bajo y los países de África al sur del Sahara (dos terceras partes y tres cuartas partes, respectivamente).[3]

6.- El efecto sobre el Índice de Desarrollo Humano tiende a deteriorarse más rápidamente durante los períodos de desaceleración que lo que mejora durante los períodos de aceleración. En los países que sufrieron una contracción económica del 10% o más entre 1980 y 2004, murieron más de un millón de niños más. Se estima que la marcada reducción del crecimiento económico como consecuencia de la crisis financiera actual podría causar, en promedio, entre 200.000 y 400.000 más muertes infantiles al año entre 2009 y el año 2015, fijado como meta para alcanzar los ODM. Esto significa entre 1,4 millones y 2,8 millones más de muertes infantiles durante ese período. En los países pobres, los efectos directos en la educación, como la matrícula escolar, también tienden a deteriorarse durante las crisis económicas, especialmente en el caso de las niñas.[4]

7.- En América latina y el Caribe, nos encontramos que después de seis años de crecimiento, se estima un caída del PIB del 1.8% y del PIB por habitante cercana al 2.9% durante el año 2009. La tasa de desempleo en la región se incrementará, según estimaciones de la CEPAL, alrededor del 8.3%. Las exportaciones y el comercio disminuyeron con fuertes impactos negativos en los precios de los productos básicos; al mismo tiempo existió una fuerte contracción de las remesas y en el sector turismo. Y, desde luego, la caída de la inversión extranjera directa tendrá una caída del 37%. Se calcula que a raíz de la recesión económica la pobreza se incremente en una cantidad de 8 millones de personas, acumulada a la de 180 millones ya existente antes de la crisis.

8.- La de México, ha sido de las economías más golpeadas por la recesión mundial. Su PIB descendió en el 2009 en poco más del 7%. La caída del PIB per cápita oscila en el 7.9%. Más pobres engrosaron nuestras estadísticas, con más de 5 millones de mexicanos. De acuerdo a la Sedesol, nuestro país ha retroceso al nivel de pobreza de 1995. De acuerdo a la Fundación BBVA, el 10% de empleos perdidos (como 800 mil) en los EUA han sido de mexicanos, con una disminución del 36% de sus remesas respecto a 2008; 1.3 millones de mexicanos que habitan en las regiones rurales dejaron de recibir recursos de sus familiares que viven en nuestro vecino del norte. Desde el primer día de enero de 2009 y al terminar el año, habían cerrado 10 mil 730 empresas (Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey).

Esto explica que el consumo privado se haya contraído 8.5% y que la inversión privada caiga 15.4%, para colocarla en niveles ¡de 2001! (Departamento de Análisis Macroeconómicos, Prospectivos y de Coyuntura, UNAM). Todo lo cual resulta irremediablemente congruente con las estadísticas del IMSS: de octubre a octubre (08-09) se perdieron 495 mil 353 trabajos. Y aunque desde agosto ya se habilitaron miles de puestos nuevos, en este diciembre, unas 300 mil personas no ocuparon el trabajo que hace un año sí tuvieron. A esto sume los 800 mil jóvenes que llegaron a un mercado laboral prácticamente clausurado y podrá mensurar la presión real por entrar a los mercados informales, ilegales, criminales o a los contingentes de expulsión migratoria.  Antes de la crisis económica, el salario medio del mexicano era de 6 mil 270 pesos mensuales (unos 574 dólares); en diciembre de 2009, el promedio cotizado al IMSS, llega a 6 mil 900 pesos; si descontamos la inflación, tenemos que nuestros salarios reales rondan 523 dólares. Medido así, la pérdida del poder de compra promedio es de 8.9%, es decir, en un año, los salarios regresaron a niveles de 2005 (INEGI, Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2008).[5]

Estos son algunos de los saldos económicos y sociales a nivel mundial y del país, que ha dejado la actual crisis económica y financiera que se considera, según analistas, toco fondo a mediados del año pasado.

LA POLÍTICA

1.- La crisis del llamado socialismo real de los países del Este que desembocó en la desintegración del país de los Soviets y la caída del muro de Berlín (1989), terminó con la disputa bipolar entre dos de las grandes potencias (EE.UU.-URSS) que se consolidaron después de la segunda guerra mundial, y dio vida momentáneamente a la hegemonía unipolar de los Norteamericanos. El pensamiento único, bajo la premisa del fin de la historia, alcanzó su apogeo durante los gobiernos de Ronald Reagan y Margaret, en los Estados Unidos de Norteamérica y en Inglaterra, respectivamente. La Teoría económica que considera que el mercado y las libres fuerzas del mismo resuelven los problemas económicos y sociales, fue el modelo económico que hegemonizó en la mayoría de los países del mundo, en las dos últimas décadas del siglo pasado y principios de este.

2.- Sin embargo, la hegemonía política y militar de los Estados Unidos no significó necesariamente que el mundo girara en torno a él, más bien el fin de la guerra fría dio pauta a la aparición de un mundo multipolar, donde la Unión Europea y países del Sudeste Asiático ejercen un claro contrapeso al país Norteamericano. Y derivado de la crisis económica actual la tendencia multipolar del mundo se ha hecho más evidente. Sin dejar de ser la primer potencia mundial del orbe, otros países van adquiriendo un mismo nivel, dándose un fuerte desplazamiento  del poder económico a países como China, Rusia, India y otros países del Golfo, que muestran una economía más consolidada y en constante expansión. El llamado Consenso de Washington llegó a su fin.
3.- Por otra parte, el atentado del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas y al Pentágono significaron el reforzamiento de la lucha antiterrorista de los Estados Unidos, bajo la premisa de que dichos atentados eran “actos de guerra subversiva” contra el país y que ponían en riesgo la seguridad internacional. En congruencia con esta definición que no correspondía a la realidad, el gobierno de Bush desató una ofensiva diplomática para unificar a sus aliados Europeos y Árabes, así como a otros países, y envolverlos en su estrategia de represalia militar en contra de  Al-Qaida.[6]

4.- El fracaso de la política guerrerista de Bush en Afganistán y el entorno de una crisis financiera de efectos internacionales, fueron causales determinantes para el arribo del primer presidente de piel morena, Barack Obama, a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Los Estadunidenses, como a la largo de sus historia política, demostraron su decisión de cambiar los destinos de su país, bajo la dirección de un personaje que concibe a la política interna y externa de una forma distinta, en algunos casos radical, a la de sus últimos presidentes. Muchos países y pueblos del mundo han depositado sus esperanzas para nazca una nueva época de relaciones con la gran potencia del norte, y se modifiquen en un sentido de mayor equidad, corresponsabilidad, democratizando y consolidando los órganos supranacionales de representación y decisión.

5.- Los sueños que Víctor Hugo describió en su discurso dado en el Congreso Internacional de la Paz, París, en 1849, finalmente se está convirtiendo en realidad en Europa: Llegará un día en que tú, Francia; tú, Rusia; tú, Inglaterra; tú Alemania; todas vosotras, naciones del continente, sin perder vuestras cualidades distintas y vuestra gloriosa individualidad, os fundiréis estrechamente en una unidad superior y constituiréis la fraternidad europea. Esta integración tiene sus precedentes en el Acuerdo sobre Comercio y Cooperación Económica, adoptado en 1989, en el Acuerdo de Asociación y Cooperación UE-Rusia, de 1994 o de la hoja de ruta del Espacio Económico Común, acordada en Moscú en 2005. Los intercambios comerciales no han dejado de crecer en los últimos años. La UE es el principal inversor de Rusia, estimándose que del total de la Inversión Extranjera directa de Rusia, el 75% proviene de los países de la Unión. Entre 2003 y 2007, la UE pasó de realizar importaciones de Rusia por valor de 70.686 millones de euros, a hacerlo por valor de 143.880 millones; y de realizar exportaciones por valor de 37.206 millones de euros, a hacerlo por valor de 89.100 millones. Por su parte, durante el mismo período, las importaciones de la Federación Rusa desde la UE, pasaron de 23.186 millones de euros a 90.007 millones, habiendo aumentado las exportaciones a la UE de 61.002 millones a 131.790 millones de euros. En 2007, Rusia era el tercer mayor socio económico de la UE, sólo por detrás de EUA y China, representando algo menos de la décima parte (8,7%) del comercio internacional de la Unión. Por su parte, la UE era el principal cliente y proveedor comercial de Rusia, siendo responsable de más de la mitad de su balanza comercial (52,4%). Atendiendo a los tipos de productos intercambiados, existe una clara asimetría. La UE vende a Rusia fundamentalmente productos manufacturados (75,1%) representando los productos procedentes del sector primario apenas un 10%. Sin embargo, el mayor porcentaje de sus compras a Rusia se centran en productos del sector primario (74,4%) representando los manufacturados tan sólo un 10%4.[7]

Estos son algunos referentes de su integración económica, aunado a la existencia de una sola moneda, cada vez más consolidada y fuerte; la existencia de un parlamento común (con excepción de Rusia), electo por voto universal y secreto: con fronteras abiertas a sus habitantes y la definición de políticas públicas conjuntas que son asumidas por todas las naciones integrantes de la Unión Europea. Política y culturalmente ya es una gran potencia.
6.-  La existencia de un mundo multipolar se confirma con la existencia de los llamados Tigres del sudeste asiático (Singapur, Hong Kong, Taiwán y Corea) y China, que han alcanzado a desarrollar políticas sustitutivas de importación, por sus avances tecnológicos, para luego orientarse a la exportación en los mercados internacionales más competidos del mundo, como en los Estados Unidos de Norteamérica. Estos países son los que han enfrentado con mayor éxito los efectos de la actual crisis económica y financiera internacional. Se considera a China como la gran potencia mundial de este siglo. Su crecimiento del PIB anual oscila alrededor del 9%, con una población inmensa orientada a la generación de productos de exportación con bajos costos de producción.
7.- En América Latina, después de largos periodos de dictaduras militares y crisis políticas, finalmente ha creado sus instituciones y procedimientos democráticos de elección. La crisis política vivida en Honduras más bien  refleja la disputa de dos proyectos en torno a cómo deben funcionar las democracias en toda América Latina. El arribo de gobiernos de izquierda en la mayoría de países de esta región ha puesto sobre la mesa la siguiente disyuntiva: la creación de gobiernos fuertes institucionales o la creación de gobiernos con liderazgos carismáticos, tentados a la perpetuidad en el poder. Los primeros están representados por Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, y los segundos por  Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Respecto a sus economías AL sigue estando rezagada, con la excepción de los primeros que han logrado impulsar reformas de gran calado en sus estructuras económicas, teniendo menores dificultades para enfrentar la actual crisis económica mundial.

8.- Nuestro país, no obstante haber logrado transitar de un régimen antidemocrático de partido dominante a un régimen democrático plural de partidos, sigue sin alcanzar los acuerdos para aplicar las reformas en la estructura económica, que permitan enfrentar con mayor éxito los grandes rezagos sociales que siguen presentes. El arribo del PAN al poder de la república no ha modificado esta situación. No ha existido la capacidad, y/o la voluntad política de la oposición, para pactar los cambios al régimen de gobierno que permitan la generación de acuerdos de fondo y una gobernabilidad democrática con corresponsabilidad.

La izquierda no ha estado a la altura de los requerimientos de la república, sigue sumida en sus conflictos y definiciones políticas contestarías y conservadoras. Situación que ha sido aprovechada correctamente por el antiguo partido en el gobierno (PRI), para perfilarse como la fuerza política dominante en el 2012. Las elecciones estatales en este año y el próximo pueden ser la antesala para su regreso al poder, y si sale airoso de su proceso de elección y su candidato logra deshacerse del viejo autoritarismo corrupto, seguramente estarán en condiciones mejores para alcanzarlo.

El PAN y Felipe Calderón no tienen mucho tiempo para recomponerse de sus malos resultados electorales en la pasada elección. La recomposición de su gabinete y el impulso de alianzas pragmáticas con el PRD en algunos estados de la república, buscan equilibrar las fuerzas internas y externas que les permita estar en mejores condiciones de competencia para el 2012. Las prioridades de gobierno, definidas en el mensaje de año nuevo (combate a la pobreza, generación de empleos y seguridad pública), están orientadas al sentir social de la población. Si el gobierno de Calderón alcanza a tejer evidencias de ciertos cambios en estos rublos, seguramente podrá recuperar parte de las simpatías electorales perdidas.

En este contexto, las asignaturas pendientes en materia de reforma política corren el riesgo de ser pospuestas nuevamente, so pretexto de las 15 contiendas electorales en este año, pero también bajo la idea -sobre todo del PRI- de que no  son necesarias las reformas para asegurar la victoria en el 2012.

PERSPECTIVAS


De acuerdo a las instituciones financieras internaciones como el FMI y el BM, así como la propia Organización de las Naciones Unidas, la economía mundial empezará su recuperación a partir de este año, propiciada por el despegue de las economías de China e India. La economía estadounidense muestra indicios de estabilización en su sistema financiero y sus mercados laborales. Y, en su conjunto, la economía mundial puede crecer para el 2010 en el 3.1%, aunque su fragilidad seguirá presente.

En el informe semestral de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, se considera un pronóstico más alentador de las economías de las 30 naciones que la integran, incluidas Estados Unidos, Japón, Alemania y Gran Bretaña., La recuperación, no obstante, dice la OCDE, no es lo suficientemente fuerte como para contener el creciente desempleo, espera que en el 2011 se logre revertir esa tendencia. "En términos generales, los esfuerzos sin precedentes que se realizaron lograron contener la severidad de la crisis y están impulsando una recuperación a niveles inesperados hace tan solo seis meses", manifestó Jorgen Elmeskov, economista en jefe de la OCDE.

América Latina, con Brasil y México a la cabeza, espera un repunte impulsado por las exportaciones y los altos precios de productos como el petróleo y el cobre. Brasil pronostica un crecimiento del 5% y México uno del 3%, muy favorable si se compara con la contracción del 7.2% que se registró el año pasado. Chile espera un crecimiento del 5% tras sufrir un retroceso del 1% en este año. Políticas fiscales sólidas, sistemas bancarios mejorados y un mayor almacenamiento de reservas internacionales ayudaron a evitar una crisis financiera más dura, según Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. La Organización de Países Exportadores de Petróleo, que representa el 35% del suministro mundial, redujo su producción al mermar la demanda en medio de la recesión. Pero signos de recuperación están haciendo subir los precios, que bajaron a 32 dólares el barril en diciembre pasado luego de llegar a 147 dólares en julio de 2008 y ahora giran en torno a los 70 dólares.[8]

Más allá que se considere que la economía mexicana este en mejores condiciones para su recuperación, lo real es que los efectos de la crisis desquebrajó los mínimos avances que en materia de combate a la pobreza se había alcanzado y el índice de desempleo tardará en revertirse. Más allá de la coyuntura, nuestra economía padece de serios resabios estructurales que impiden que sea más sólida y crezca de forma ininterrumpida con índices del 6 ó 7%, que es el parámetro recomendable para sortear nuestras carencias económicas y sociales. Seguimos dependiendo del petróleo, cuando  el agotamiento de nuestras reservas va en declive. De acuerdo a datos aportados por Macario Schettino, sufrimos una pérdida de 800 mil barriles al día, que a los precios actuales (70 dólares) significa una reducción en la riqueza nacional de 21 mil millones de dólares, cada año. De hecho, al combinarse una caída en la producción con la reducción del precio internacional, producto de la recesión global, el petróleo redujo su aportación al país de 9% a 6% del PIB. La caída en la producción de petróleo, en los últimos cinco años, es monumental. En 2004 produjimos casi 3.4 millones de barriles diarios, y en este año quedaremos ligeramente debajo de 2.6 millones.[9]

“Los nudos de México” que impiden que salga de la mediocridad siguen presentes ahí donde nuestra clase política mantiene más intereses y conservadurismo: en el sector energético, en la banca, en las telecomunicaciones y en el trabajo improductivo, combinados con una deficiente hacienda fiscal. Las mejores perspectivas económicas de México siguen depositadas en la esperanza de que nuestra clase política rompa con su conservadurismo, y ponga la mira en el mediano y largo plazo, pensando en las presentes y nuevas generaciones.

Respecto a la cuestión política internacional, resalta la apremiante necesidad de que se cumplan para el 2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Es apuesta de sobrevivencia y de mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos, que cada vez se ve menos alcanzable, en virtud de los fuertes retrocesos que ha provocado la actual crisis económica mundial.
Dice el informe semestral de la ONU, que se ha logrado importantes avances en este esfuerzo y se cuenta con muchos éxitos en los cuales apoyarnos. Sin embargo, se ha avanzado muy lentamente hacia el cumplimiento de nuestros objetivos. Y hoy en día nos enfrentamos a una crisis económica mundial cuyas plenas repercusiones aún no se han hecho evidentes. Como mínimo, la crisis frenará el progreso en algunas áreas clave, sobre todo en los países en desarrollo. En el peor de los casos, podría impedirnos cumplir nuestras promesas, lo que sumiría a millones de personas más en la pobreza y elevaría el riesgo de disturbios sociales y políticos: una consecuencia que debemos evitar a toda costa.[10]

Un mal augurio para cumplir uno de sus objetivos son los malos resultados, apenas en este diciembre, de la Cumbre  Copenhague, dónde ahora no solo las grandes potencias se muestras renuentes a cumplir las metas para revertir el cambio climático (con excepción de la Unión Europea), sino ahora también las potencias emergentes como Brasil, China y la India.

Para revertir estas tendencias, se requiere del mayor concurso y fortalecimiento de los organismos multilaterales para enfrentar y resolver los grandes retos del milenio y, paralelamente, construir una nueva agenda para abordar otros problemas como el tráfico de drogas y el terrorismo internacional, que siguen minando a las instituciones internacionales y nacionales.

En este marco de temas y retos, la diplomacia mexicana debe mostrar un mayor activismo internacional, para alcanzar mayores acuerdos de cooperación bilateral y multilateral. En particular, se debiese de insistir en fortalecer y ampliar los conceptos y objetivos del TLC con Estados Unidos y Canadá, destacando la cuestión migratoria, de seguridad y el establecimiento de políticas compensatorias para el desarrollo regional.   
En lo que respecta a la situación interna del país, seguimos padeciendo serios rezagos estructurales en materia económica, que imposibilitan un crecimiento económico sostenido y sólido, capaz de sortear con éxito las crisis como la que padecemos aun;  

A MANERA DE CONCLUSIONES Y REFLEXIONES


1.- La crisis económica mundial, ha vuelto a poner sobre la mesa el pensamiento económico Keynesiano en oposición al pensamiento económico Milton Friedman.[11] Dos concepciones económicas que se presentan como contrapuestas. Independientemente de ello, es importante señalar que la crisis actual no solo es resultado de la aplicación de incorrectas políticas económicas y de nefastas prácticas especulativas del mercado mobiliario y de valores, sino ante todo, también es resultado del fracaso de un modelo económico de crecimiento, que apostó por una desregulación a ultranza de los mercados. Es un modelo económico que ha estado manejado por una elite financiera internacional, dónde la política y los Estados han estado prácticamente ausentes en sus decisiones.

2.- Las medidas adoptadas por los gobiernos para contrarrestar la crisis coinciden en lo esencial, han optado porque el Estado otorgue grandes apoyos financieros para rescatar algunos sectores de la economía, así como el impulso de grandes inversiones públicas en infraestructura y reduciendo los impuestos para la reactivación económica. En México, las acciones adoptadas fueron menos ortodoxas pero que no son las tradicionales recomendaciones del otrora poderoso Consenso de Washington. A diferencia del pasado, hoy, tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional reconocen el quiebre de un modelo económico que se sustentó más en la especulación que en la inversión productiva.

3.- Hoy, como nunca antes, la globalización de los problemas completan y asemejan agendas nacionales. Las particularidades de los problemas y soluciones son cada vez menos relativas. Las soberanías están condicionadas por la globalización y los gobiernos requieren cada vez más de la creación de acuerdos multilaterales. No obstante ello, persisten fuertes tendencias proteccionistas, tanto de economías desarrolladas como subdesarrolladas, que inhiben el libre mercado para favorecer tendencias monopólicas.

4.- A diferencia de la economía, en el aspecto político la competencia y la alternancia se han abierto de manera inusitada en países que el pasado tenían gobiernos de más larga duración. Eso ha pasado tanto en países de Europa, Asia y América Latina. En esta última, las izquierdas han encontrado un terreno fértil para sus ideas y programas, pero que aún falta un gran trecho por recorrer para consolidarse como fuerzas innovadoras y portadoras de paradigmas viables. Siguen presentes viejos debates: la relación entre mercado y el estado, la dicotomía entre revolución y democracia, entre instituciones y caudillos, globalización y nacionalismo, entre otros diferendos.

5.- México, sigue entrampado entre la modernidad y su pasado nacionalista. No se decide ver más hacía el norte por extrañar su matriz cultural del sur. No se decide a construir políticas públicas de bienestar social que rompan con el círculo vicioso sexenal y de competencia electoral; la visión de estado es vapuleada por la coyuntura y la mezquindad de nuestra clase política. Nuestro régimen político aún cuando ya es competitivo y democrático, sigue siendo ineficaz y excluyente. El actual sistema de partidos sigue rezagado ante la apremiante necesidad de una mayor participación ciudadana y la inclusión de una mayor pluralidad partidista, que permita que nuestro sistema de partidos sea más representativo y democrático.

6.- En la clase política y en la sociedad sigue predominando la cultura política de que los presidentes resolverán nuestros problemas y que la apuesta será la próxima elección presidencial, sin entender que el régimen político y la economía requieren de reformas integrales que permitan mayor estabilidad e incertidumbre de las políticas públicas aplicadas. En la próxima elección presidencial debemos de pugnar porque se debatan a fondo los problemas y soluciones nacionales, para que los ciudadanos tengan el mejor criterio para definir su voto, pero sobre para que nuestra democracia deje de ser menos mediática y sí más informativa y productiva.



[1] El encarecimiento de los alimentos entre 2005 y 2008 arrastró a la extrema pobreza a unos 200 millones más de personas, y alrededor de la mitad de ellas no saldrán de esa situación en 2009, aun cuando los precios de los alimentos están disminuyendo. Si bien los precios de los alimentos han disminuido desde mediados de 2008, siguen muy altos en comparación con los niveles históricos y la crisis alimentaria decididamente no ha terminado. (Informe sobre seguimiento mundial. euroval.com)
[2] Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, establecidos en el año 2000,  son ocho objetivos que los 192 países miembros de las Naciones Unidas acordaron conseguir para el año 2015. 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre. 2. Lograr la enseñanza primaria universal. 3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer. 4. Reducir la mortalidad infantil. 5. Mejorar la salud materna. 6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades. 7. Garantizar el sustento del medio ambiente y, 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
[3]  Informe del Banco Mundial sobre seguimiento mundial 2009
[4] Ibíd.
[5] Cifras citadas por Ricardo Becerra en Las escalofriantes cifras del 2009. El Universal. 6 de enero de 2010.
[6] El Catedrático y experto en Relaciones Internacionales Rafael Calduch Cervera, de la Universidad Complutense de Madrid, señala que los atentados del 11 de septiembre en los EE. UU. no pueden verse como un antes y un después en la seguridad internacional, puesto que esta acción terrorista tiene semejantes características a otros atentados del pasado inmediato. Dice el profesor Rafael Calduch que resulta sencillo comprobar “que con anterioridad al 11 de septiembre se habían producido numerosos secuestros aéreos o la destrucción de aviones en vuelo, provocando auténticas matanzas indiscriminadas, al igual que hubo atentados realizados por terroristas suicidas, como los atentados contra los cuarteles de las tropas francesas y norteamericanas en Beirut en 1983, que produjeron un total de 300 muertos. Tampoco fue novedosa la elección de los objetivos, pues el 26 de Febrero de 1993, el World Trade Center fue objeto de un atentado con coche bomba que ocasionó 6 muertos y 1000 heridos. Ni tan siquiera puede considerarse singular la organización que los preparó y ejecutó y, mucho menos, su operatividad. En efecto, Al-Qaida 39 llevó a cabo, el 7 de agosto de 1998, dos atentados casi simultáneos contra las embajadas norteamericanas en Kenya y Tanzania. El balance de ambos actos terroristas fue de 304 muertos y más de 5.000 heridos, demostrándose que en la estrategia de esta organización terrorista la realización de varios atentados simultáneos y el carácter masivo e indiscriminado de sus ataques eran aspectos esenciales…” (LA INCIDENCIA DE LOS ATENTADOS DEL 11 DE SEPTIEMBRE EN ELTERRORISMO INTERNACIONAL. Rafael Calduch Cervera).
[7] Las relaciones entre Rusia y la Unión Europea. Ánxelo González Vicente. XX Simposio Electrónico Internacional 2009 – Rusia y el espacio postsoviético.
[8] AP / El Faro. Publicado el 16 de Diciembre de 2009.
[9] El problema que no se quiere ver. Macario Schettino. El Universal 07 de diciembre de 2009.
[10] Objetivos de Desarrollo del Milenio Informe 2009. ONU.
[11] John Maynard Keynes, (Cambridge, 5 de junio de 1883 - Firle, 21 de abril de 1946) fue un economista británico, cuyas ideas tuvieron una fuerte repercusión en las teorías económicas y políticas modernas, así como también en las políticas fiscales de muchos gobiernos. Keynes y sus seguidores de la postguerra destacaron no solo el carácter ascendente de curva de oferta, en contraposicion con la visión clásica, sino que además la inestabilidad de la demanda agregada, proveniente de los shocks ocurridos en mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversionistas. Dado este énfasis en la demanda, era natural para Keynes proponer el uso de políticas fiscales y monetarias activas para contrarrestar las perturbaciones de la demanda privada, por lo que es particularmente recordado por su aliento a una política de intervencionismo estatal, a través de la cual el estado utilizaría medidas fiscales y monetarias con el objetivo de mitigar los efectos adversos de los periodos recesionarios de las fluctuaciones cíclicas o crisis cíclicas de la actividad económica. Los economistas lo consideran uno de los principales fundadores de la macroeconomía moderna.
 Milton Friedman (Nueva York, 31 de julio de 1912 - San Francisco, 16 de noviembre de 2006) fue un destacado economista e intelectual estadounidense. Defensor del libre mercado y exponente del monetarismo neoclásico de la Escuela de Economía de Chicago,[1] Friedman realizó contribuciones importantes en los campos de macroeconomía, microeconomía, historia económica y estadística. En 1976, fue galardonado con un Premio Nobel de Economía por sus logros en los campos de análisis de consumo, historia y teoría monetaria y por su demostración de la complejidad de la política de estabilización.